A través de este comunicado y en relación con la actual crisis fronteriza en las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla, desde el Comité para la Liberación de Canarias, queremos dar a conocer que:
En primer lugar, nos sumamos a las protestas del Reino de Marruecos y de diversas Organizaciones No Gubernamentales de varios países ante el trato contrario a los Derechos Humanos infligido por algunos elementos de la policía española a inmigrantes africanos, así como a ciudadanos marroquíes y que han provocado la vigente situación.
Denunciamos, al igual que ha hecho el presidente del Consejo Consultivo de los Derechos Humanos (CCDH) de Marruecos, Ahmed Herzenni, que los actos provocadores de la policía española contra ciudadanos marroquíes y africanos son contrarios a los Convenios y Tratados Internacionales.
Nos preguntamos cómo pueden justificarse cosas como que, según recoge literalmente un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) de Marruecos, un joven llamado “Ibrahim Abana fue perseguido por un agente de la policía española que ha sobrepasado de cuatro metros la línea de demarcación que separa los dos puestos de Melilia y Beni Nsar. El agente dio una bofetada al ciudadano marroquí bajo las miradas de dos funcionarios de la policía y tres ciudadanos marroquíes. Cuando un agente marroquí intentó interponerse, tres otros policías españoles se unieron a su colega y comenzaron, los cuatro, a agredir a la víctima con sus porras. Más tarde, estos últimos levantaron a la víctima y la llevaron a su puesto donde la sometieron a otras agresiones”.
Por todo ello, apoyamos todas las acciones de protestas llevadas a cabo ante estos hechos, en especial las impulsadas por nuestros compañeros del Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla (CNLCM), de la Coordinadora de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos (CSCNM) y de la asociación Gran Rif de Derechos Humanos.
Finalmente, llamamos a la apertura de negociaciones entre Marruecos y España para la recuperación de Ceuta-Sebta, Melilla-Melilia y las islas ocupadas tomando en consideración los intereses comunes de ambos pueblos marroquí y español y los derechos de los habitantes de las citadas plazas.
